Crónica corta de la película del Indio en el Luna Park

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Por Damián Mereles

Los Redondos son -y tal vez lo sean por siempre- la banda más importante y compleja de Rock Argentino. Tal vez por eso también no sea fácil ejercer juicios sobre ella. Por más que hace más de trece años que la banda no existe, el público «ricotero» sigue siendo fiel a la mística, al ritual y a todo lo que rodea el espíritu de banda, encolumnados detrás de un Indio Solari de sesentayseis años y con un solo lema «vamo lo redó».

El miércoles diecinueve de agosto me dormí a las 3am y me desperté a las 11am, me lavé la cara, agarré la Sube, mis llaves y la entrada y salí a tomar el bondi que me deja en la estación de Sourigues y esperé el tren, mientras me sacaba las últimas lagañas de los ojos, mientras reflexionaba un poco con el sol en la cara y sin un mango para comprar una Sweppes o una latita de Brahma. El tren vino y de un momento a otro yo ya estaba en Berazategui, esperando a unos amigos. Ninguna fuma, por lo tanto el bondi tardó un poco más en venir. Subimos, viajamos, bajamos y cruzamos la calle dos veces hasta llegar al Luna Park. En la esquina, Juli y Santi se compraron un paty con jamón, queso y huevo frito. En la inmediaciones empezamos a ver una horda inmensa de «ricoteros». Fumando porro y tomando vino a las dos de la tarde, previando. No supimos por qué puerta entrar, hasta que nos dirigí hasta donde me pareció ver una fila para entrar. Entramos. Nunca había ido al Luna Park, pensaba que era mucho más grande, pero igual me gustó. Hacía calor y de a poco se fue llenando hasta quedar repleto. Fui pensando que se trataba de una película tradicional sobre una banda, una especie de documental. Todos coreaban «soy redondo, hasta que me muera» y en eso me acerco a Juli y le digo al oído:

– Che, supongo que cuando arranque la película se van a callar ¿No?
– Jaja, boludo, creo que no entendiste de que se trata, es un recital.
– ¿Un recital?
– Si, boludo, es de la gira presentación de Porco Rex
– No te puedo creer, es el disco que menos me gusta

Y así fue que me dí cuenta de que había pagado cientocincuenta pesos para ir a ver un video de un recital del peor disco del Indio Solari. Eso sí, en alta definición.

La lista de temas incluyó canciones de Porco Rex y algunos «hits» como Ñam Fri Frufi Fali Fru, Un ángel para tu soledad y el tan sobreestimado JiJiJi.El registro audiovisual tuvo un punto muy emotivo en Juguetes perdidos y lo mejor, a mi parecer, fue «Pabellón Séptimo» que se trata de una canción en la que se relata el motín de los colchones (1978) donde el servicio penintenciario de la unidad 2 de Villa Devoto asesinó a casi cien personas que estaban allí privados de su libertad. Antes de cantar dijo una palabras acerca de las condiciones inhumanas en las que viven quienes habitan las cárceles.

Juli dice que el fenómeno de «Los redondos» es tan grande que resulta un significante vacío que la gente va llenando como quiere, por eso de alguna forma todos nos sentimos interpelados y resignificamos la obra poética del Indio Solari. Este análisis tal vez peque de intelectualoide, pero a mi parecer es casi irrefutable.